Egipto es un don del Nilo
Bajo las orillas de un gran río (El Nilo) nació la civilización más antigua del mundo. Desde el año 3200 A.C. y hasta el año 30 A.C 31 dinastías de faraones gobernaron este país. Sus mastabas, tumbas, pirámides, esfinges, y templos son testigos mudos de esta civilización tan humana y tan científica a la vez. Tras ser descifrada la escritura jeroglífica por el francés Champollion en 1820, hoy en día podemos navegar en su historia faraónica hasta la conquista de Alejandro Magno, de la época Helénica hasta Cleopatra, la Romana, la Bizantina, Cristiana y Árabe musulmana. Cada una de estas etapas históricas ha dejado sus huellas en el presente este gran país.
Está ubicado mayoritariamente en el extremo noreste de África mientras que en Asia, se encuentra en la península del Sinaí. Limita con Sudán al sur, con Libia al oeste y con el Estado de Palestina e Israel al noreste. Al norte limita con el mar Mediterráneo y al sureste con el mar Rojo.
La mayor parte de su superficie la integra el desierto del Sahara. El río Nilo cruza el desierto de norte a sur, formando un estrecho valle y un gran delta en su desembocadura en el Mediterráneo. Estas tierras fértiles se hallan densamente pobladas, concentrando la mayor población nacional de África. Casi la mitad de los egipcios viven en áreas urbanas, sobre todo en los centros de El Cairo, su capital, y Alejandría.
Egipto fue cuna de la antigua civilización egipcia, que junto con la mesopotámica fueron el origen de la actual cultura Occidental, influyendo decisivamente en la historia de la humanidad. Los restos de esta civilización marcan el país, como las pirámides y la gran esfinge o la ciudad meridional de Luxor que contiene un gran número de restos antiguos, tales como el templo de Karnak y el Valle de los Reyes.